La elección del destino de nuestra segunda etapa estaba marcada por el descubrimiento de la prueba ‘Gravel Birds Ultracycling’ que cuenta con dos recorridos: ‘Gravel Birds 750’ y ‘L’Abetarda 330, ambos con inicio y final en Castro Verde.
A ello añadimos que para alojarnos elegimos 4Bs un “Bed&Breakfast” en Castro Verde, dirigido a ciclistas que buscan un alojamiento acogedor durante sus aventuras en la región. Lamentablemente la reserva fue cancelada porque en la casa iban a realizar reformas y pudimos cambiarla al Hotel Vila Verde.
Antonio regresaba a Huelva. Javier y yo nos dirigimos hacia el Oeste. Nuestro recorrido se supeditó en gran medida por la charla que tuve con con un amable señor que caminaba a por la carretera, cerca de Ledo, cuando pensaba que no íbamos bien encaminados. Le pregunto cual es la mejor manera de ir hasta Nossa Senhora de Aracelis y él nos proporciona precisas indicaciones para llegar hasta allí.
Desde Namorados hasta ese hermoso lugar disfrutamos de un tranquilo recorrido, que parecía diseñado para nosotros en exclusiva. En la subida a Aracelis por la pista de tierra desmonté cuando faltaba poco para culminar estando en una pendiente del 16%.
Arriba el viento azotaba; el lugar tiene su magia y una panorámica obre el Campo Branco, la extensa planicie del Bajo Alentejo. Después empeoró la climatología, arreció el viento y apareció la lluvia en forma de fuertes chubascos, sobre todo pasando por Monte do Salto, con el bar cerrado.
En São Marcos de Ataboeira pedimos unas Pedras. Decido acortar la ruta, el agua corre brava por las cunetas, y no pasar por Santa Bárbara de Padrões, siguiendo por la EN123 para entrar en Castro Verde cayéndonos chuzos de punta. Llegamos bastante mojados, a tiempo de sentarnos a la mesa en Casa do Alentejo, su buena comida y el acogedor recibimiento en el Hotel Vila Verde, con té y dulces incluidos, hicieron que los inconvenientes quedasen atrás.
CMA1145 estrada isolada a Corte Pão e Água |
Era el destino marcado en mi cabeza
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lugar para avistamiento de aves |
Recibimiento del hotel Vila Verde La ruta en Strava |
2 comentarios:
En las mañanas nubladas de otoño, cuando el sol apenas acaricia el horizonte, mi amigo ciclista se prepara para una nueva aventura. Su bicicleta, compañera fiel de innumerables travesías, y el entusiasmo de quien sabe que está a punto de emprender otro viaje inolvidable.
Portugal, con sus paisajes ondulantes y caminos serpenteantes, lo llama una vez más. Cada pedalada es un suspiro de libertad, cada kilómetro recorrido, una historia que contar. Los pueblos pintorescos, con sus casas de colores y calles empedradas, le ofrecen un refugio temporal, un lugar donde vivir y compartir sonrisas con su gentes.
El viento y la lluvia esta vez son sus aliados, le susurra secretos de tierras nuevas mientras él avanza, incansable, hacia el horizonte. Las colinas y los valles se convierten en su escenario, y él, en el protagonista de una epopeya personal.
En cada viaje, mi amigo ciclista no solo descubre nuevos paisajes, sino que también se redescubre a sí mismo. La bicicleta no es solo su medio de transporte, sino una extensión de su ser, una herramienta que le permite conectar con la naturaleza y con su propia esencia.
Y así, con cada viaje a Portugal, mi amigo ciclista sigue tejiendo una red de recuerdos y experiencias que lo enriquecen y lo inspiran a seguir pedaleando, siempre hacia adelante, siempre en busca de la próxima aventura. L. García. Mientras pasaba una de mis crísis alegicas.
MUITO OBRIGADO AMIGO! Tus palabras me emocionan. Besos
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