14 agosto 2018

Nazario y Castilleja del Campo

En una entrada anterior he reseñado la lectura de dos volúmenes de la autobiografía de Nazario
y posteriormente he pensado en la relación del personaje con su pueblo, que también es el mío, de la que Nazario se encarga de relatar tanto en estos dos libros como en la biografía colgada en su Web.
De sus ya más de setenta años, la mayor parte los ha vivido fuera de nuestro pequeño pueblo, que desde 1920 a 2018 se ha mantenido con un censo de población superior a 600 habitantes, y parece que a estas alturas de su vida ya no piensa moverse de su piso de la Plaza Real de Barcelona. Además, tras la muerte de sus padres y recientemente la de su hermano, no tiene vínculos familiares  directos con el pueblo. Además hubo agravios con él y hoy no se vislumbra que eso vaya a cambiar, lamentablemente. Veamos los antecedentes:

Los concejales de Izquierda Unida de la Corporación Municipal de 1983-1987 promovieron que la recién creada Casa de la Cultura llevara el nombre de NAZARIO, que con ese motivo hizo la donación de cuatro obras originales y una colección de la revista El Víbora, que, años más tarde,  desaparecieron del centro cultural sin que se sepa su destino.

En el año 1989 Nazario ya es un consagrado artista y cuando el Ayuntamiento de Castilleja, por entonces gobernado por el PSOE, pretendía instalar un macro vertedero de basuras en su término municipal, promovido por la Diputación de Sevilla, conoce el asunto y de la contestación que tiene en el pueblo, se solidariza con los vecinos contrarios al vertedero y junto una Comisión Anti-Vertedero promueve y organiza una exposición de dibujos en la Plaza de la Iglesia de la que edita un catálogo.

portada del catálogo

dedicatoria

forges

martinmorales
Antes había enviado una carta al alcalde, Vicente Zaragoza, renunciando a que su nombre presidiera la Casa de Cultura. 

La exposición y el seguimiento de los medios de comunicación, por ser Nazario un artista conocido a nivel nacional e internacional, contribuyó en gran medida a que el vertedero comarcal cambiara de ubicación y no se instalara en Castilleja y que en esta batalla venciera el movimiento anti-vertedero, pero como en toda "guerra civil" quedaron profundas heridas abiertas que tardan mucho en curar,  cierran en falso y  que, en cualquier caso, dejan profundas cicatrices.

Todo esto repercutió en que, tras unas obras de remodelación, la Casa de la Cultura cambiara de nombre y de llamarse Nazario, pasara a denominarse Vicente Zaragoza, alcalde socialista desde 1997 hasta su muerte en 2003, y así sigue llamándose hoy.

Creo que toda esta historia hace inviable conseguir algo como el Centro de Interpretación Ocaña en Cantillana. Ocaña y Nazario fueron, durante muchos años y hasta la muerte del primero en 1983, mucho más que amigos, unidos por el paisanaje, por ser ambos de pueblo, por el arte y el underground, por el exhibicionismo y las reivindicaciones homosexuales.

Me gustaría que Castilleja hiciera con Nazario lo mismo que Cantillana supo hacer con Ocaña. Pienso en lo bueno que sería para el pueblo, tanto a nivel cultura como turístico, ya que atraería a visitantes, disponer de un centro permanente donde se recogiera parte de la obra de nuestro artista más universal (dibujos, pinturas, fotografías, carteles, textos) además de parte de sus colecciones y objetos personales, pero me temo que eso no pasará ¿porque quién podría restañar el desencuentro entre Nazario y Castilleja? ¿La actual corporación municipal, también socialista? ¿el propio artista, tan quemado por la ingratitud?

Será una oportunidad perdida para enriquecer el patrimonio municipal y para que en Castilleja, como pueblo natal del artista, hubiera una representación permanente de su obra, que por cierto figura en las colecciones permanentes del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.  Pero la cultura todavía está lejos de verse como una oportunidad de desarrollo y los gobernantes actuales del pueblo solamente apuestan por las viejas políticas, reincidiendo en los mismos paradigmas: polígono industrial y construcción de viviendas y olvidando otros ámbitos o potencialidades.

Lecturas de verano (2018)


Es habitual que mis lecturas sean de lo más ecléctico y este verano está siendo así también. Comentaré algunos libros leídos últimamente, comenzando por un título destacado en el  apartado memorialístico y autobiográfico:

En junio de 2108 se publica el segundo volumen de la autobiografía de mi paisano Nazario Luque Vera, uno de los pioneros del cómic underground español, que además de artista (dibujante y guionista de sus propias historietas, pintor, fotógrafo) es escritor. Rupturista y transgresor, provocador y exhibicionista, subversivo, homosexual, loca, descarado y divertido, amante tanto de la cultura como de la contracultura, fetichista y melómano, es una persona por la que siento admiración y respeto, además, por la cercanía con la que traté a su hermano en mi juventud, hicieron que me interesara, desde bien pronto, tanto su obra como su vida.
Ahora me decidí a leer este libro, que es el segundo volumen editado de su autobiografía y en el que da cuenta del periodo que recorre los años sesenta y los inicios de los setenta del pasado siglo, antes de instalarse en Barcelona en 1972.



De este libro, con tanta carga sexual y emotiva, me interesó, lógicamente, el capítulo titulado VISITAS AL  PUEBLO y fue realmente especial y emocionante leer el texto de la página 141 que dedica a su hermano, mi amigo, fallecido en 2015, el que en mi adolescencia me enseñaba los primeros tebeos de Nazario en el "soberao" de su casa de Castilleja.

Solo se me escapa un personaje en la sombra, un hombre cuya vida siempre corrió paralela a la mía sin interferir, aparentemente, en ella, un hombre atractivo, vitalista, macho, con toque alejandrinos,  aunque él se cabreaba mucho cuando yo a veces creía encontrar algún lazo para compararlos, un hombre que me protegía de nicho, aunque yo era cuatro años mayor que él, un hombre del que fui cómplice y posiblemente enemigo al descubrir que, con su aparición, perdía la mitad de aquel cien por cien de atenciones que gozaba de mis padres, mis tíos y vecinos, un hombre que siempre me apoyó desde que le descubrí mi homosexualidad  como una opción tan válida como cualquier otra, un hombre que me admiró, y tal vez me envidió, por llevar una vida que a él le hubiera gustado llevar, un hombre con el que compartí mi infancia, mis recuerdos, un hombre sobre el que, en lo más recóndito de mis pensamientos, aquellos que se mantienen ocultos por pesados y tupidos velos y que uno nunca se atrevería a descorrer, revolotearía la palabra "incesto", y el hombre que con su muerte, seis meses después de la desaparición de mi Alejandro, me dejaría huérfano hasta del pasado. Mi hermano Francisquito, mi único hermano.
   ¡Aaaag de nuevo la soledad, qué gran puta!
  
La vida cotidiana del dibujante underground - NAZARIO. Crónicas. Anagrama

En 2016 Nazario publica el primer volumen de sus memorias.: La vida cotidiana del dibujante underground
En su página 223 leemos: "Siempre me apasionó contar mis aventuras,  incluyendo por supuesto las más íntimas, educado como fue en rigurosas confidencias en los confesionarios. Pero resulta muy difícil hallar a las personas adecuadas que sepan o quieran oír nuestras confidencias. Quizás sea esta una de las razones por las que un día los exhibicionistas nos volcamos en nuestros diarios, como el náufrago que mete un escrito en una botella y lo lanza al mar.
¿Serás de esas personas que quieran oír sus confidencias?
Préstamo de la Biblioteca Pública de Huelva
En junio de 2018 el autor manifiesta: "La cultura underground nació en un momento determinado y bajo unas circunstancias, una dictadura que nos hacía andar por debajo de tierra para sacar lo que uno hacía, escribía, pintaba o dibujaba; cuando terminó la dictadura hubo una eclosión de todo y una vez que las cosas se calmaron la palabra underground ya no tiene sentido, dejó de existir; podría ser una cultura un poco marginal, pero ni siquiera la palabra contracultura tiene sentido; no se puede considerar ni underground, ni marginal, ni contracultura a un youtuber que haga las locuras que quiera hacer".

Su página Web es muy rica y completa, con abundante información tanto biográfica como de su obra y de ella he extraído esta entrevista de 2018, en la explica muchas cuestiones relacionadas con sus memorias.

El verano es también tiempo de lecturas de ciclismo y este año como el Tour estuvo un tanto aburrido por la tiranía del Sky, me entretuve con:

RETRATOS LEGENDARIOS DEL CICLISMO. EDIMAT

Este libro lo adquirí por Internet junto a otro que iba a regalar a un amigo. En mi opinión todos sus textos tienen un tamaño de letra muy pequeño, lo que dificulta la lectura. Además,  en concreto en el dedicado a Miguel Indurain lo considera un corredor vasco (sic). De los otros desconozco si contienen errores tan gruesos como ese. Además de un prefacio consta de cinco capítulos titulados Los imprescindibles, Los fuera de serie, Los más queridos, Los memorables, En lo más alto, que recogen las historias de 37 ciclistas, incluida una mujer Jeannie Longo. La denominación capitular es poco explicativa y que un ciclista figure en uno u otro es completamente arbitrario, porque lo mismo podría intercambiarse de un capítulo a otro. Entre los elegidos figuran no solo los vencedores de grandes vueltas (Coppi, Anquetil, Merckx, Hinault, Indurain) si no también clasicómanos (De Vlaemick, Maertens, Madiot, Gilbert Duclos-Lassalle,  Museeuw).
Más allá de si colocamos a estos superclase dentro de un grupo u otro lo importante es leer sus biografías y descubrir detalles y anécdotas.
La edición original es francesa de 2011 y por eso, la mayoría de los retratados son de esa nacionalidad, pero también hay ciclistas de Bélgica, Holanda, Italia, Suiza, Luxemburgo, Alemania, Gran Bretaña, USA y no faltan los españoles, Martín Bahamontes, Ocaña, Delgado e Indurain.
Las fotografías en blanco y negro tiene un buen tamaño. Con tapa dura y por menos de diez euros no fue una mala compra.





Eddy Merckx