23 abril 2018

Freguesias de Castro Marim y Tavira, Serranias Algarvias



Habíamos preparado un recorrido que se iba por encima de los 129 km y alcanzaba los 2.300 m de desnivel acumulado, con salida y llegada en Castro Marim, que transcurriría por freguesias de Castro Marim y Tavira. Tras un sábado con bastante lluvia, el domingo amaneció muy nublado y comenzamos esta ruta por el Sotavento Oriental en dirección NW. No habíamos completado cinco kilómetros cuando comenzaron las pendientes y a los diez, pasado Tanoeiro, ya teníamos que superar una rampa de más del 13%, terreno de constantes sube y baja y, después, llegará otra subida del 15% antes de Alta Mora. Por esta parte del recorrido disfrutamos de las carreteras solitarias y de buen asfaltado y de intensos olores de la flora. Cuando llegamos a Umbrias de Camacho (p.k. 32,2) nos cruzamos con un grupo de cinco ciclistas de carretera, número superior a los automóviles que circulaban por aquellas vías. Seguimos en dirección a Beliche y en Pocilgões nos esperaba otra pendiente de más 16%.


En algunos tramos la carretera estaba mojada
Las poblaciones de esas serranías consisten en pocas aldeas y diversos montes aislados o agrupados a lo largo de los barrancos en los que se establecieron las huertas y los campos de frutales. Antes de completar los 40 km llevamos más de mil metros de ascenso y hacemos una parada en Portela da Corcha. El bar está al borde de la carretera Tavira-Cachopo y lo atiende una pareja de ancianos de aspecto entrañable. Tomamos coca cola zero, lipton tea, plátano y barrita y subimos en dirección a Cachopo.





Camino hacia el vértice de Alcaria do Cume
El vértice geodésico de Alcaria do Cume es de primera magnitud y se localiza a 525 m de altitud, siendo uno de los puntos de referencia paisajista del Sotavento, aunque en una mañana tan gris y nublada nos perdíamos sus panorámicas. Por allí alcanzamos el punto más alto (507 m) de nuestra ruta. En el tramo siguiente hasta Alcaria Fría tendríamos varias subidas con un porcentaje medio del 10% según indicaban las señalizaciones de la carretera. Por allí recordaba los tiempos en los que desde Santa Catarina Fonte do Bispo hacíamos rutas por el monte y a subíamos  hasta dicho punto geodésico.

Avituallamiento en Cantinho da Serra
A partir de Alcaria Fria el recorrido se dulcifica un poco, siendo menos exigente y cuando llegamos a Bemparece, paramos en el restaurante Cantinho da Serra, pedimos un sande de presunto e queijo que compartimos, más un bocadillo de queso que llevaba y dos botellas pequeñas de agua, ese fue el segundo avituallamiento del día.

Durante la parada y a la vista del kilometraje completado, de la hora que era, de mi cansancio y de que Antonio quería estar de vuelta pronto, nos replanteamos la ruta. Decidimos acortarla y no subir por la cara Norte al Cerro São Miguel.  Reiniciamos la marcha con el descenso hasta la Ribeira do Alportel, son dos kilómetros con mucha inclinación, pasamos por Porto Carvalhoso y bajamos hacia la carretera de Sã0 Bras de Alporte a Santa Catarina Fonte do Bispo y giramos hacia esa localidad.
Vista del valle de Porto Carvalhoso
La carretera EN-270 hacia Tavira fue la de más tráfico de toda la jornada, porque coincidía con el día de mercado que tiene lugar el cuarto domingo de cada mes en Santa Catarina y es muy populoso. No fueron muchos kilómetros porque en un cruce encontramos el track de la ruta prevista y nos desviamos por una vieja carretera, sin coches, que nos llevará por Assêca y Barranco da Nora a cruzar el Rio Séqua y transitar por un bonito tramo de adoquinado. Disfrutando de la fragancia de azahar de los miles de naranjos que se cultivan en aquellas tierras algarvias. Esta parte del recorrido estaba pensada para evitar entrar por Tavira y al paso por Fonte Salgada nos despistamos un poco, Antonio estuvo muy atento y pronto conectamos con la ruta programada y llegamos al punto donde había que cruzar la Ribeira do Almargem, que corría bastante crecida. Decidimos no mojarnos y continuar por un camino paralelo al curso de agua que nos llevará a la EN-125 por la que llegamos a Conceiçao y de allí a la cercana Cabanas, ya en el Litoral, desde donde seguimos por la Ecovia, que no abandonamos hasta las proximidades de Vila Nova de Cacela para dirigirnos, después, hacia São Bartolemeu  y desde allí llegar a Castro Marim para acabar el recorrido de 112 km, en un tiempo en movimiento de 6:21:33 (una hora más de tiempo total), a una velocidad media de 17,6 km/h y con un acumulado de ascenso de más de 1.800 metros, según los datos de mi gps.
En definitiva, creo que acertamos con la reducción de la ruta, porque la prevista habría supuesto un mayor esfuerzo y más horas en movimiento, y con lo que hicimos nos dábamos por satisfechos. 
Por la Ecovia Litoral

La ruta en STRAVA