29 mayo 2010

VIAJAR EN BICI. Manual práctico de cicloturismo de alforjas

Ali y Avo, la pareja de www.rodadas.net ha publicado un gran libro destinado a los cicloturistas en un país donde escasean las publicaciones de calidad para los viajeros en bici.
El libro está dividido en cuatro partes, 1.planificando tu viaje, 2. la bici, 3. el equipaje, 4. a pedalear y en ellas van desgranando, de forma amena y clara, mucha de la información  necesaria para todos los que se inician en el cicloturismo y complementaria, o recordatoria, para los que ya tienen experiencia. He ojeado el manual en los días previos al último viaje y me ha parecido muy completo y entretenido, con datos muy curiosos y reveladores, escrito con un estilo ameno y profesional en el que no falta el buen humor.
Alicia y Álvaro están ahora en Canada, en el comienzo de su gran aventura de una año en bici, dando pedales por la isla de Vancouver y podemos seguir su periplo a través de su web.
¡Happy trails! que dicen por el lejano Oeste.

28 mayo 2010

Tifosi con alforjas

La Tifosi CK 7 se ha revelado como una buena máquina para el cicloturismo ligero. Exceptuando el ya comentado tema de los desarrollos, que tendría que cambiar para rutas más exigentes, en las cuatro etapas del último viaje por carreteras del sudoeste portugués he tenido tiempo para conocer mejor su funcionamiento en rutas por asfalto cargada con alforjas traseras.
Es estable y rápida, cómoda para muchas horas de sillín y el manillar de carretera es ideal para las rutas por asfalto, ya que al disponer de al menos tres posiciones para colocar las manos se logra evitar, o retrasar, las sobrecargas en los brazos y hombros, además de ofrecer una menor resistencia aerodinámica en los momentos que rodamos con el viento de cara.
Una cuestión importante a tener en cuenta en este cuadro es la instalación del portabultos trasero. A la hora de colocarlo tuve alguna dificultad, ya que el que coloqué primero tíene una tubería que tocaba en la soldadura de unión del tirante con la puntera, quedando desnivelado, por lo que no se podía ajustar correctamente, de modo que tuve que colocar otro con tubería más fina, que roza lo justo en la puntera y con el que pude hacer el viaje sin ningún problema.


26 mayo 2010

4. Zambujeira do Mar-Lagos (20 de mayo)

Nos levantamos al amanecer y dejamos el Monte das Alpenduradas sin tomar su seguramente buen desayuno, pero lo servían a partir de las 9 y era demasiado tarde para la etapa que teníamos por delante. Cuando llegamos a la plaza de São Teotónio tan solo encontramos un bar abierto, que por cierto no era el mejor, y a las 8 de la mañana habíamos tomado café y torradas, que completamos en otro bar que acababa de abrir con zumo de naranja y dulces.

 

El Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina (PNSACV) se extiende desde São Torpes a Burgau, en una franja costera con más de cien kilómetros y 131. 000 hectáreas. Es una de las costas más vírgenes de Europa, con paisajes espectaculares y un importante ecosistema donde conviven gran diversidad y riqueza de flora y fauna.

El Río Seixe o ribeira de Ceixe marca la división entre el Alentejo y el Algarve por su lado Oeste e inmediatamente después de cruzarlo pusimos rumbo hacia la praia de Odeceixe, por una carretera de pocos kilómetros a lo largo de un valle verdeante de campos que van siendo progresivamente sustituidos por el terreno aluvial y pantanoso. La playa es una amplia lengua de arena clara entre el mar y la ribera que desagua por el extremo norte, donde se forman varias lagunas de aguas bajas, y es uno de los lugares más especiales de esta hermosa y todavía salvaje costa.


Al llegar a Aljezur hicimos un alto y en el mercado compramos una melona que nos comimos a la sombra. Después continuamos pedaleando por la N-120, que pronto abandonamos por la más tranquila N-268 en dirección a Bordeira y Sagres.
Hacemos un almuerzo ligero en el restaurante “O Sitio do Rio” de Carrapateira y luego bajamos un poco más para acercarnos a la praia de Amado, famosa por sus olas, lo que justifica la presencia de escuelas de surf y bodyboard, y lugar frecuente de competiciones deportivas. Allí completamos la comida con helados y café.

El resto de la etapa lo hacemos casi como si se tratara de una contrarreloj, porque nos habíamos propuesto subir al tren que partía a las 16.19 de Lagos para Faro. Desde Vila do Bispo hasta Lagos circulamos por el amplio arcén de la N-125, por un terreno quebrado y con viento de Levante de cara y alcanzamos la estación de ferrocarril pocos minutos antes de la hora fijada para la salida del tren.



Total Km. 108. Tiempo de pedaleo 5 h. 54’, con un desnivel de 869 m.

3. Santiago do Cacém-Zambujeira do Mar (19 de mayo)

La primera parte de la etapa fue muy cómoda, con muchas bajadas, aunque con más insectos de lo habitual, quizás por atravesar una zona muy arbolada y húmeda. En Lagoa de Santo André  había poca gente y los bares estaban cerrados, pero el lugar mantiene su encanto, con esa mezcla especial que le da la quietud y horizontalidad de la laguna y el rugido del oleaje y la inmensidad de la playa.

En Sines, del latin sinus: bahía, paramos a tomar un café y buscamos la librería (A das Artes) que nos había recomendado una amable librera la tarde anterior en Santiago, donde encontré el libro de Manuel Alegre “Cão Como Nos”.
Tuvimos dificultades para encontrar la salida de Sines hacia el sur y, después de tener que atravesar el único lunar de la costa del Alentejo, el puerto industrial y las instalaciones petroquímicas, llegamos a la carretera que bordea la costa y fuimos dejando atrás algunas de las playas más hermosas del litoral alentejano en el recorrido hacia Porto Covo.

En Porto Covo evaluamos nuestras posibilidades y, aunque era la hora de comer, decidimos seguir hacia Vila Nova de Milfontes para ir a la Tasca de Celso, donde llegamos poco antes del cierre. Nuestro esfuerzo fue recompensado con la mejor comida de todo el viaje, arroz de pulpo y sericaia de postre.


Atravesamos el puente sobre el Río Mira y seguimos la N-393 hacia el sur, a unas horas en las que por fortuna había poco tráfico. Nos desviamos hacia Almograve y por carreteras secundarias pasamos por Cavaleiro y continuamos hacia Zambujeira do Mar, final de esta etapa.
 


El hospedaje fue en un apartamento de la casa rural “Monte das Alpenduradas, a dos Km. al E de Zambujeira do Mar, y para cenar tuvimos que acercarnos al pueblo, donde llegamos a tiempo de contemplar la puesta de sol.


Etapa de 123 Km., con 6 h. 10’ de pedaleo y un desnivel de 481 m.

25 mayo 2010

2. Castro Verde - Santiago do Cacém (18 de mayo)


A la salida de Castro Verde, cuando circulábamos por la carretera, encontramos a uno de los jóvenes de la tarde anterior que conducía un carro. Al pasar a su lado le hice una foto y su reacción inmediata fue de disgusto y perdirnos dinero a cambio.

Tuvimos dificultades para seguir el camino correcto hacia Ourique ya que hay un tramo de autovía en el que está prohibida la circulación de bicicletas, pero encontramos la vieja carretera que discurre paralela a ella y salvamos bien este escollo que el progreso antepone a los que viajan sin prisas.

El recorrido llano se altera únicamente con la subida para cruzar el pueblo de Ourique, capital del porco preto alentejano. Más adelante el viaje continúa por la N-389, atravesando la ondulada llanura que caracteriza el “Campo Branco”, el área que abarca los municipios de Aljustrel, Almodóvar, Castro Verde y Ourique, y sobre todo disfrutamos del paisaje, que en primavera está dominado por mantos floridos de variados tonos que transforman la región en un festival de color.


Paramos en Cercal do Alentejo y comimos con apetito en el restaurante Solar do Alentejo, situado en la rotonda del Largo dos Caeiros. Después continuamos por la N-120 hacia Santiago do Cacém, uno de los puntos elevados y defensivos del Alentejo, que toma su nombre de la orden de Santiago y del alcaide árabe Kassem, para acabar la etapa con un tramo final un poco más exigente, ascendiendo las pendientes de la Serra do Cercal, y culminar la subida ya cerca de Santiago, donde hicimos entrada por el Bairro da Formiga para encontrar de inmediato la Albergaria D. Nuno donde nos alojamos, y hasta donde transporté, sin saberlo, una oruga verde, que probablemente se coló en mi bota cuando paramos en una cuneta de la Serra.
El hotel tiene un precio elevado para la calidad de la habitación (con suelo de moqueta) pero cuenta con un personal muy amable y con un buen desayuno.
96,5 Km. recorridos en 5 h. 9’ de pedaleo, con un desnivel de 797 m.

1. Castro Marim - Castro Verde (17 de mayo)


Una primera etapa en la que pronto empezamos a disfrutar del paisaje y de las tranquilas carreteras por las que ascendemos el valle del Guadiana hasta Alcoutim, pasando por las aldeas de Fonte de Penedo, Alcaria, Álamo, Guerreiros do Rio y Laranjeiras, parando para hacer un alto en el mirador del Pontal.

Para salir de Alcoutim enfrentamos un repecho de poco más de 200 m, con un porcentaje del 14%, que subo en “bailón” con mi desarrollo más corto, el 30x25, y que me hace pensar que cuando tenga que subir mayores pendientes, sobre todo si viajo con alforjas, tendré que cambiar el cassette, quizás por un 11x32.

Por la vieja estrada EN-122 pedaleamos durante varios kilómetros en absoluta soledad, dado que la moderna estrada IC-27 absorbe todo el tráfico de vehículos, que a decir verdad no es muy numeroso por esta zona, y bajamos hasta cruzar la Ribera de Vascão, para pasar del Algarve al Alentejo. Por la carretera hacia Espírito Santo nos cruzamos primero con una pareja de cicloturistas y más adelante con otras dos parejas, los únicos que recuerdo de todo el viaje.

Nos detenemos frente a la entrada del Convento São Francisco, actualmente un hotel, para fotografiar el castillo de Mértola. En la Pastelaria Ninho Doce hacemos un alto para comer y refrescarnos. No queremos más que tomar un bocado para reponer fuerzas y continuar pedaleando. Esta vez nos quedamos con las ganas de probar algo de la carta del restaurante "O Repuxo", contiguo a la pastelaria, en cuya terraza la clientela come con gusto.

Dejamos la IC-27 para seguir la N-123 hacia Castro Verde y rodamos por un tramo absolutamente recomendable, ya que su trazado y su firme son estupendos y es un buen comienzo para empezar a conocer la planicie alentejana. A mitad del camino hacemos un alto en el límite del municipio de Castro Verde, uma janela sobre a planicie, corazón del denominado Campo Branco, en las largas y extensas llanuras del Baixo Alentejo.

Esta una zona de especial protección para las aves, me pareció ver a lo lejos un grupo de avutardas, y por los bordes de la carretera están diseminados multitud de nidos de cigüeñas blancas que en esta época alimentan incesantemente a sus voraces crías.

Una de las características más llamativas de Castro Verde es la presencia de numerosas esculturas en sus jardines, plazas y rotondas. Rodeamos a tres de ellas antes de llegar a la calle donde se encuentra el Hotel Vila Verde, un sencillo establecimiento de reciente construcción, donde pudimos relajarnos y descansar en una habitación muy limpia y confortable después de una larga primera etapa, en la que recorrimos 121 Km. en un tiempo de pedaleo de 6 h. 20’ y un desnivel acumulado de 1.525 m.

Momentos antes, mientras merendábamos frente al Cine-Teatro Municipal, un par de jóvenes, probablemente gitanos, nos ofrecieron comprar un caballo o una yegua (sic).


Frente al hotel se encuentra la casa que a principios del s. XIX mandó levantar el hacendado Alvaro Romano Colaço y en la que con el empleo del cemento, un material novedoso para la época, sus constructores consiguieron imitar en balcones, torres y ventanas elementos neogóticos, neomanuelinos y neomudéjares. Desgraciadamente este edificio tan emblemático se encuentra cerrado y precisa de una urgente restauración.