12 diciembre 2023

Desayuno en Rociana del Condado


La tolerancia requiere el mismo esfuerzo del cerebro que mantener el equilibrio sobre una bicicleta.
                                                                                                     Helen Keller

Iglesia de San Bartolomé

Ayuntamiento


Lutgardo acepta mi propuesta de ir en bici a Rociana para ver si podíamos repetir lo que había hecho en dos ocasiones anteriores, 2011 y 2014, desayunar en el Bar El Cine, aunque no hubo tercera vez porque el negocio cambió de gerencia y ahora es diferente. 
Finalmente lo hicimos en la terraza del bar de la Sociedad Cultural Casino de Rociana, en la Plaza de España, donde se encuentran los dos edificios más notables de la localidad, el Ayuntamiento, ampliamente remodelado, y la reconstruida Iglesia Parroquial de San Bartolomé, ambos proyectos del arquitecto José María Pérez Carasa.


La ida la hicimos por San Juan y Lucena del Puerto. La vuelta por la margen izquierda del Tinto, trazado del antiguo ff CC minero, hasta el puente de hierro frente a Niebla. 
 
 
                                equilibrios para hacer fotos



las bicis en el puente, antiguo ff cc de Minas de Riotinto.

Después rodaríamos por la A-472 hasta San Juan y desde allí seguimos el camino de servicio, lado N, paralelo a la autovía A-49 para llegar a La Ribera, rumbo Oeste para Peguerillas y luego seguir la nueva vía verde hacia Huelva, acabando en las Marismas del Odiel.

polluelos de flamenco en las antiguas salinas de Cardeñas.


El recorrido en STRAVA
 
Esta ruta también podría titularse más poéticamente "cabalgada de abuelos castillejinos por el Condado de Niebla".

Lutgardo fue mucho más rápido publicando una entrada en su Facebook 😆 

05 diciembre 2023

Almodovar - Faro por la N2 (Ameixial, Barranco do Velho, S. Brás de Alportel)


pequeno almoço en A Casa da Cerca

El desayuno del alojamiento es de buena calidad, variado con productos de elaboración artesanal (queso, bizcocho, mermeladas, yogur...) y atendido por una amable señora que nos puso dos buenos cafés de máquina.

Escultura aos Bombeiros en Almdôvar



Ponte da Ribeira dos Cobres, Almodôvar

Para salir de Almodôvar hacia el Sur transitamos por un carril bici paralelo a la Nacional 2, estrada que sería el itinerario toda la jornada y en la que no tendría GPS, por lo que echaría de menos los avisos del radar Garmin cuando los vehículos se acercasen por detrás.


Mis temores sobre el tráfico por la Nacional 2 no se cumplieron; supongo que debido, sobre todo, a la época del año y disfrutamos de tranquilidad; siendo los moteros los más presentes en la ruta. La carretera está marcada con hitos cada kilómetro y cada cien metros pero no cuenta con arcén.



La ruta nos conducirá a pasar por Dogueno, desde donde parte una carretera para Martim Longo. En Ameixial me esperaba Antonio y allí  tomamos café com leite. Más adelante, en la subida por la Serra do Caldeirão y cerca ya del mirador vemos un coche ardiendo al borde de la carretera.

la humareda del vehículo incendiado

Baloiço (columpio) en Caldeirão

La N2 continuaba atravesando las suaves cimas montañosas septentrionales de la Sierra hasta que por su lado meridional comenzaría a descender hacia la costa algarvia.

Llegando al límite de los distritos, Alentejo y Algarve.

Cuando pasabamos por Cortelha y Barranco do Velho era la hora de comer y a un lado y otro de la carretera se levantaban humaredas y aromas de las brasas que abrían el apetito. Comentamos después que tal vez hubiera sido el momento de parar a comer, pero ya los habíamos dejado atrás o había demasiada gente en las terrazas.

Paramos más adelante, en São Brás de Alportel pero el bar que recordaba estaba cerrado y como en la plaza había puestos navideños, algunos con bebidas y dulces, compramos alguna cosa para seguir rodando hacia el final de etapa.


Una parada para xixi y fotografiar esta puerta del S. XIX

Rodamos veloces (yo con el desarrollo mayor de la Croix de Fer) y a media tarde alcanzamos la rotonda que marca el final de la N2 en Faro.

Rotonda fina de la N2 en Faro
el último hito de la N2
cerveja preta e água con gas 

En una tarde de domingo nos resultó difícil encontrar sitios abiertos en Faro, de manera que metemos las bicis en el coche y nos vamos a Olhão. Allí en el paseo marítimo había locales donde poder comer antes de volver a Huelva.

nossos sandes

La ruta la registré con el móvil, estos son los datos: Distancia 76,92 km - ascenso 957 m - tiempo en movimiento 4:44 - Vel. media 16,2 km/h

Setúbal-Tróia-Grándola-Aljustrel-Castro Verde-Almodôvar

Despertador a las 6h, recogemos bolsas y vamos a buscar las bicis que están junto al árbol de natal en recepción. Olvidamos que ya habíamos pagado la habitación y Antonio quiere hacerlo, aunque es muy temprano para que en recepción hubiera alguien. Cuando apareció el empleado nos dice que no hay que pagar nada, así que nos marchamos, pero me percato que Antonio deja se olvidada su tarjeta encima del mostrador. ¡Huy, otro despiste salvado!  

Descendemos hacia la zona portuaria donde tenemos que ir al muelle del ferry que permite pasar con las bicis, a las 6:57 comparamos dos billetes pasajero+bicicleta (2x5,60=11,20€) Como tenemos tiempo vamos a un bar cercano para desayunar: cafés con leche y pasteis de nata.

En el barco encontramos a decenas de ciclistas de carretera para la travesía Tróia-Sagres, esta es una clásica ciclista de casi 200 km que en 2023 está prevista para el sábado 16 de diciembre. Aunque también se puede hacer libremente en cualquier fecha.





amaneciendo en el estuario del Sado


Desembarcamos en el Cais Sul de Tróia y pronto comienzan a adelantarnos los ciclodeportistas que se dirigen a Sagres. El radar Garmin me avisaba de su llegada y de los demás vehículos que nos alcanzaban. Será una jornada de largas rectas y esta por la Península de Tróia es la primera, con el Sado a un lado y el mar al otro. Cuando llegamos a Comporta localizamos un café y pedimos dos meias de leite y dos cruasanes de chocolate. Allí tuvo que volver Antonio porque habia olvidado su cortavientos sobre una silla.
Ponemos rumbo Grândola, donde paramos en el jardín frente a la casa consistorial; esa localidad es la famosa "Vila Morena" de José "Zeca" Afonso.

jardim en Grândola

frente a la Câmara Municipal de Grândola

Placa homenaje a un propagandista de la República y defensor del municipalismo
 



Las largas rectas de la planicie alentejana por carreteras orladas con altos árboles, el suave viento del noroeste soplando de cola, a ratos alguna lluvia suave, el verdor brillante de los campos, el poco tráfico, todo contribuía a que nuestro rodar fuera una auténtica gozada.


Pasamos por Santa Margarida do Sado, donde hay un hermoso puente de hierro sobre el río y más adelante nos detendremos en Canhestros, pequeña aldea distante 30 km. Tocaba avituallamiento y vamos al bar de una asociación donde pedimos do chás pretos. Un niño de unos diez años se acercó a nosotros y nos pregunta curioso la altura de Antonio, creyendo que éramos portugueses.

Cuando nos acercábamos a la localidad minera de Aljustrel, recordaba que había pasado por allí haciendo cicloturismo (junio de 2013) y había comido en la cafetería de un supermercado. Pero como la memoria es frágil, esta vez no fuimos al Intermaché si no al Pingo Doce.

Parada para comer en Pingo Doce de Aljustrel 

Terras de Castro Verde

Seguimos por las largas rectas hacia Castro Verde, atravesamos la localidad y con las últimas luces de la tarde enfilamos los últimos km de etapa con un apreciable descenso de temperatura. Encendemos luces delanteras y con un tramo final por carril bici llegamos A Casa da Cerca, donde nos recibe Andrea, que nos ofrece unos reconfortantes Chás con gengibre. Tras la merecida ducha salimos a cenar y lo hacemos en la pizzeria Ricordi, por recomendación de Andrea.

Aquella noche no pude cargar el recorrido porque el GPS y el móvil estaban desparejados. Más tarde he podido hacerlo. 
Un resumen en números: distancia 153 km, tiempo en movimiento 8:18, tiempo total 11:14, velocidad media 18,5, ascenso 1.055 m, 26.527 pedaladas. 

La ruta en STRAVA


quarto da A Casa da Cerca em Almodôvar



04 diciembre 2023

¡LA MOCHILA!

El viernes 1 comenzaba el viaje cicloturista que había planificado con Antonio para el primer fin de semana de diciembre. Primero viajamos en coche hasta la estación de ferrocarril de Faro, allí compramos dos billetes para un tren de Comboios de Portugal (en adelante CP)  línea Faro-Pinhal Novo, subimos al carruagen (vagón) 21, asientos 18 corredor y 12 janela (ventana).

encima de mi se observa donde coloqué la mochila en el vagón

las bicicletas y el compañero

El viaje transcurría con normalidad y en el vagón cafetería charlamos con un amable caballero que nos precedía en la cola. El pago con tarjeta hacía que el servicio fuera muy lento.  Él pidió un café (lo invitamos) y nosotros dos, que nos llevamos a los asientos para tomarlos con los bocadillos que traíamos de casa.

Nuestros billetes incluían un segundo tren, pero decidimos que no era necesario y en Pinhal Novo, una freguesia de Palmela, nos bajamos. 

en la estación de Pinhal Novo

Salimos de la estación con idea de comenzar nuestro recorrido por el Parque Natural Serra da Arrábida. 

Ya en la calle, Antonio me dice: ¡venga, saca ese mapa que trajiste!

Entonces es cuando me percato que había olvidado la mochila en el vagón del tren 😩

Rápidamente volvemos a la estación. A la chica que estaba primera en  la cola frente al mostrador de CP le digo que preciso hablar con el empleado, a quién le cuento lo sucedido, este dice a la cola que va a atenderme; me pide unos datos, hace las llamadas precisas y me comunica que para recuperarla tendré que acudir al GAC (Gabinete de Apoio ao Cliente) de la estación de Oriente en Lisboa, parada final del tren donde viajábamos. Pero para ir hasta allí debíamos viajar con otra compañía Fertagus y nos indica cuales son las máquinas expendedoras. Ese empleado me pareció un hombre muy amable y servicial.

Un tipo que andaba por la cola escuchó mi acento sevillano y bromea un poco con eso. Después de saber que el tren para Lisboa iba a tardar, otro tipo amable nos había ayudado con los horarios, salimos de la estación para tomar algo. A la segunda acertamos con el local: Mafraria Pastéis de Nata allí tomamos unos cafés con leche y dos pasteis de nata ¡Deliciosos! 😋 Cambio de planes obligado, de pedaleo por el Parque Natural da Arrábida, pasábamos a tener que pedalear por Lisboa.


 vitrina de la Pastelaria em Pinhal Novo


Reconfortados con tan rico pequeno almoço volvimos a la estación para coger el tren para Lisboa, que haría parada en varias estaciones antes de atravesar el Rio Tejo por el Ponte 25 de Abril.

primera vez que pasaba por la línea férrea del puente


En Lisboa nos apeamos en la estación de Roma-Areeiro, final de la línea de Fertagus. Desde allí teníamos que ir en bicicleta hasta Gare do Oriente para buscar la mochila. Antonio mira opciones en Google Maps y nos lanzamos a pedalear por las avenidas lisboetas (Almirante Gago Coutinnho, Cidade de Porto, de Berlim) y también por carriles bicis, hasta llegar a la estación de Oriente.
Tuvimos que subir a la primera planta porque es donde se ubica la estación de trenes para localizar el GAC. A los pocos minutos de entrar una empleada me entregaba la mochila. ¡Qué suerte y qué alivio! 

¡recuperada!😊

Luego fui con Antonio hasta la orilla del río para hacernos unas fotos bajo la espectacular cubierta que Álvaro Siza proyectó para el Pabellón de Portugal en la Expo'98.


Bajo la cubierta do Pavilhão de Portugal

Para la vuelta había que utilizar de nuevo los trenes de Fertagus y nos dirigimos en bici por Av. Marechal Gomes da Costa, Av. do Brasil, Av. do Campo Grande hasta la estación de Entrecampos,  donde compramos billetes para Setúbal.

andén 4, hora 16:45, destino Setúbal

En un sitio para dos, había metidos 3 patinetes, 3 bicicletas

El hombre que llevaba la bici de montaña habla un poco con nosotros y cuando nos oye decir el nombre del hotel donde nos alojaremos en Setúbal, se ofrece a guiarnos hasta allí, ya que en la zona vive su namorada (novia) a la que va a visitar.
Tuvimos que pedalear duro para llegar al hotel en un final por una calle bastante empinada. Después bajamos dando un paseo hasta la parte baja de Setúbal y cerca de la Avenida Luisa Todi localizamos la pizzeria Madia donde cenamos muy bien (invito como agradecimiento por el apoyo y la ayuda que Antonio supo darme)
Para la vuelta tomamos un taxi, el conductor que tal vez fuera admirador de Carlos Sainz o Sebastian Loeb, conducía a toda pastilla por estrechas calles. Y con esta carrera de poco más de cuatro euros dábamos por terminada una ajetreada sexta feira.