20 mayo 2019

Cruzando el río Tinto y Noble silencio

La mañana del domingo, José Andrés y el que escribe, hicimos un interesante recorrido gravel para pasar el río Tinto y subir a Lucena del Puerto. Era la primera ruta que hacíamos juntos con bicicleetas gravel-cx y él fue contándomé las sensaciones que tenía con su nueva bici, sobre todo en cuanto a la posición de pilotaje y también que decidió cambiar el manillar por otro de más anchura. A pesar de lo cual no acaba de sentirse cómodo, quizás tendrá que espera algo más tiempo para la adaptación.

No conocíamos el lecho del vado y por prudencia lo pasamos a pie

 
En Lucena, mientras desayunábamos, decidimos cambiar el plan de ruta, de manera que fuimos hasta Moguer siguiendo los caminos del Alamillo, del Monturrio y del Fresno, todos asfaltados. Cruzando el pueblo, pinchazo en la rueda trasera de la Merida que afortunadamente tapó el liquido sellante. Acabamos bajando a las Marismas del Tinto y rodamos por el borde hasta llegar a la pasarela de Anillo Hídrico de Huelva, (Tramo Río Tinto) por la que nos encaminamos hacia Huelva. Evitávamos así cruzar el puente de la N-422, entre el muelle petrolero y la Punta del Sebo, donde los ciclistas están muy expuestos al tráfico de vehículos. Aunque nuestro recorrido para alcanzar la ciudad fue feo y complicado, primero entre las balsas de fosfoyesos y luego teniendo que cruzar las vías del ferrocarril. No creo que  repita esta parte de la ruta.

Fue una jornada tranquila, para disfrutar de la compañía y para charlar no solo de bicicletas y gravel, si no también de cosas de la vida y del espíritu. 

Los datos de la ruta en Garmin
GENESIS Croix de Fer y MERIDA 100
Rodando por el borde de la marisma del Tinto
Atravesando de nuevo el río Tinto
Esta mañana he leído un artículo Noble silencio de Antonio Muñoz Molina, en el escribe de la importancia del silencio, de la quietud, del vacio, del no hacer y en el que también se refiere a los cinco preceptos del budismo
No dañar la vida, sobre todo; no tomar lo que no te ha sido dado, ni decir palabras que puedan hacer daño, ni abusar de tu cuerpo con intoxicaciones alcohólicas o de drogas, ni dejarte llevar por impulsos sexuales que puedan hacer daño a otros o a ti mismo.
Creo que nos iría mejor a todos si aplicáramos más estas indicaciones