11 febrero 2025

AYAMONTE, PALOMAR HUERTA NOBLE, VILLABLANCA

En Ayamonte nos reunimos cuatro integrantes del Club Ciclista de Castilleja del Campo (Francisco Manuel, Juan Ba, Lutgardo y un servidor) para una ruta que nos iba a llevar al Molino del Pintado, Paloma de Huerta Noble, Villablanca y regreso a Ayamonte. Tomamos cafés y dulces en la pastelería La Flor de la Canela y cogemos las bicis en una mañana muy nubosa. Pasamos por el Molino del Pintado, pero sólo está abierto en fines de semana.



piedras de molino

Nuestro principal punto de interés quedaba más adelante: el Palomar de Huerta Noble, reproduzco lo que escribí en este blog en noviembre de 2020, cuando mi primera visita: 
Es una singular construcción que "milagrosamente" aún podemos contemplar dentro de una finca agrícola, ...
Cuando abrimos la desvencijada puerta de madera nos sorprendimos con este singular edificio dedicado a la colombofilia.

Una vez dentro, superada cierta sensación de claustrofobia, se puede disfrutar de un edificio único en Europa. Entre sus características principales destaca que su planta es de forma rectangular, de 28,50 por 14,40 metros y una altura de 5,50 metros. La altura, precisamente, es una de las cosas que más llama la atención cuando se está entre sus pasillos. Desde su construcción, en 1760, fue habitado por palomas Zuritas (Columbia Libia), procedentes de Egipto. El palomar estuvo activo hasta 1977 aproximadamente, cuando se extinguió la colonia de palomas a causa de la caza furtiva, y desde entonces está abandonado aunque abierto a la curiosidad de los visitantes.

En esta ocasión lo iba a conocer Francisco Manuel.

Francisco Manuel y Lutgardo

JuanBa de espaldas y Lutgardo al fondo

foto de Lutgardo

foto de JuanBa

Después de la visita fuimos a buscar el camino de La Redondela a Villablanca, que resultó ser una ancha pista asfaltada, bordeada de fincas agrícolas de cítricos y frutos rojos. Llegados a Villablanca hicimos un alto para fotos en la fuente de la plaza. Allí nos encontraron dos chicos que pedían dinero para un viaje fin de curso a Eslovaquia (?) y que nos acompañaron después hasta la salida del pueblo.

Villablanca, en la fuente de la Danza de los Palos 

El chico del patinete (izqda.) nos hizo la foto de arriba (Go Pro de Lutgardo)

Continuamos por la etapa 44 del Camino Natural del Guadiana, Villablanca-Ayamonte. 
Los primeros kilómetros desde Villablanca discurren por el denominado camino de Zaballa, un camino rural más bien insulso, con pocos alicientes para luego coger la Pista de Valdepía. Cuando el camino sigue paralelo a la margen izquierda del arroyo Grande, el trayecto fue mucho más bonito que el anterior.


Siguiendo el recorrido de la etapa, la ruta se acerca al río Guadiana, que lo acompañará durante un largo tramo, discurriendo en paralelo al mismo en algunos puntos y distanciándose en otros, pero siempre ofreciendo unas vistas espectaculares.
La vía atraviesa la urbanización Costa Esuri, destinada principalmente a segunda residencia, que ha quedado como un proyecto fallido, mamotreto de hormigón y ladrillo, testigo de la época de la burbuja inmobiliaria. 
Es la zona donde encontraremos las subidas más duras de toda la etapa, las llamadas Tres Marías, en la última de ellas, con piso de asfalto viejo parcheado con cemento, puse pie a tierra cuando la pendiente se acercaba al 20% y mis pulsaciones estaban al máximo. Luego he visto que hay un opción para evitarla dirigiéndose hacia el río, dirección oeste, desde donde se ubicaba el área recreativa de La Pedraza, algo que no tuve ocasión de comentar a mis compañeros porque marchaban por delante.

A continuación, la etapa cruza la autopista A-49 a través de un paso subterráneo. Una vez pasado éste, la vía desemboca en una carretera que lleva, a mano derecha hasta un polígono industrial. El polígono se atraviesa por su calle principal, tomando una primera rotonda hacia la izquierda y la siguiente de frente. El camino pasa ahora por una zona de marismas propias de la desembocadura del río Guadiana, desde donde se puede divisar el Puente Internacional del mismo nombre. El final de la etapa coincide con la entrada del núcleo de población de Ayamonte y acaba frente al muelle pesquero. Este tramo final próximo a la desembocadura del río en el océano Atlántico es tal vez el más bello de todo el trayecto.

Puente internacional del Guadiana


Monumento a la mujer conservera (Ayamonte)

Estas dos fotos son de Francisco Manuel

Almorzamos bien y rápido (rico el atún) en TABANCO LA PEÑITA, calle Lusitania de Ayamonte. Algunos querían degustar pescado, pero ya se sabe que un lunes es el peor día para eso. 
Pedaleamos hasta La Flor de la Canela, para despedirnos de Ayamonte con dulces y cafés antes del viaje de regreso a casa. Fue una buena jornada que queremos repetir.

LA RUTA EN STRAVA