14 agosto 2018

Lecturas de verano (2018)


Es habitual que mis lecturas sean de lo más ecléctico y este verano está siendo así también. Comentaré algunos libros leídos últimamente, comenzando por un título destacado en el  apartado memorialístico y autobiográfico:

En junio de 2108 se publica el segundo volumen de la autobiografía de mi paisano Nazario Luque Vera, uno de los pioneros del cómic underground español, que además de artista (dibujante y guionista de sus propias historietas, pintor, fotógrafo) es escritor. Rupturista y transgresor, provocador y exhibicionista, subversivo, homosexual, loca, descarado y divertido, amante tanto de la cultura como de la contracultura, fetichista y melómano, es una persona por la que siento admiración y respeto, además, por la cercanía con la que traté a su hermano en mi juventud, hicieron que me interesara, desde bien pronto, tanto su obra como su vida.
Ahora me decidí a leer este libro, que es el segundo volumen editado de su autobiografía y en el que da cuenta del periodo que recorre los años sesenta y los inicios de los setenta del pasado siglo, antes de instalarse en Barcelona en 1972.



De este libro, con tanta carga sexual y emotiva, me interesó, lógicamente, el capítulo titulado VISITAS AL  PUEBLO y fue realmente especial y emocionante leer el texto de la página 141 que dedica a su hermano, mi amigo, fallecido en 2015, el que en mi adolescencia me enseñaba los primeros tebeos de Nazario en el "soberao" de su casa de Castilleja.

Solo se me escapa un personaje en la sombra, un hombre cuya vida siempre corrió paralela a la mía sin interferir, aparentemente, en ella, un hombre atractivo, vitalista, macho, con toque alejandrinos,  aunque él se cabreaba mucho cuando yo a veces creía encontrar algún lazo para compararlos, un hombre que me protegía de nicho, aunque yo era cuatro años mayor que él, un hombre del que fui cómplice y posiblemente enemigo al descubrir que, con su aparición, perdía la mitad de aquel cien por cien de atenciones que gozaba de mis padres, mis tíos y vecinos, un hombre que siempre me apoyó desde que le descubrí mi homosexualidad  como una opción tan válida como cualquier otra, un hombre que me admiró, y tal vez me envidió, por llevar una vida que a él le hubiera gustado llevar, un hombre con el que compartí mi infancia, mis recuerdos, un hombre sobre el que, en lo más recóndito de mis pensamientos, aquellos que se mantienen ocultos por pesados y tupidos velos y que uno nunca se atrevería a descorrer, revolotearía la palabra "incesto", y el hombre que con su muerte, seis meses después de la desaparición de mi Alejandro, me dejaría huérfano hasta del pasado. Mi hermano Francisquito, mi único hermano.
   ¡Aaaag de nuevo la soledad, qué gran puta!
  
La vida cotidiana del dibujante underground - NAZARIO. Crónicas. Anagrama

En 2016 Nazario publica el primer volumen de sus memorias.: La vida cotidiana del dibujante underground
En su página 223 leemos: "Siempre me apasionó contar mis aventuras,  incluyendo por supuesto las más íntimas, educado como fue en rigurosas confidencias en los confesionarios. Pero resulta muy difícil hallar a las personas adecuadas que sepan o quieran oír nuestras confidencias. Quizás sea esta una de las razones por las que un día los exhibicionistas nos volcamos en nuestros diarios, como el náufrago que mete un escrito en una botella y lo lanza al mar.
¿Serás de esas personas que quieran oír sus confidencias?
Préstamo de la Biblioteca Pública de Huelva
En junio de 2018 el autor manifiesta: "La cultura underground nació en un momento determinado y bajo unas circunstancias, una dictadura que nos hacía andar por debajo de tierra para sacar lo que uno hacía, escribía, pintaba o dibujaba; cuando terminó la dictadura hubo una eclosión de todo y una vez que las cosas se calmaron la palabra underground ya no tiene sentido, dejó de existir; podría ser una cultura un poco marginal, pero ni siquiera la palabra contracultura tiene sentido; no se puede considerar ni underground, ni marginal, ni contracultura a un youtuber que haga las locuras que quiera hacer".

Su página Web es muy rica y completa, con abundante información tanto biográfica como de su obra y de ella he extraído esta entrevista de 2018, en la explica muchas cuestiones relacionadas con sus memorias.

El verano es también tiempo de lecturas de ciclismo y este año como el Tour estuvo un tanto aburrido por la tiranía del Sky, me entretuve con:

RETRATOS LEGENDARIOS DEL CICLISMO. EDIMAT

Este libro lo adquirí por Internet junto a otro que iba a regalar a un amigo. En mi opinión todos sus textos tienen un tamaño de letra muy pequeño, lo que dificulta la lectura. Además,  en concreto en el dedicado a Miguel Indurain lo considera un corredor vasco (sic). De los otros desconozco si contienen errores tan gruesos como ese. Además de un prefacio consta de cinco capítulos titulados Los imprescindibles, Los fuera de serie, Los más queridos, Los memorables, En lo más alto, que recogen las historias de 37 ciclistas, incluida una mujer Jeannie Longo. La denominación capitular es poco explicativa y que un ciclista figure en uno u otro es completamente arbitrario, porque lo mismo podría intercambiarse de un capítulo a otro. Entre los elegidos figuran no solo los vencedores de grandes vueltas (Coppi, Anquetil, Merckx, Hinault, Indurain) si no también clasicómanos (De Vlaemick, Maertens, Madiot, Gilbert Duclos-Lassalle,  Museeuw).
Más allá de si colocamos a estos superclase dentro de un grupo u otro lo importante es leer sus biografías y descubrir detalles y anécdotas.
La edición original es francesa de 2011 y por eso, la mayoría de los retratados son de esa nacionalidad, pero también hay ciclistas de Bélgica, Holanda, Italia, Suiza, Luxemburgo, Alemania, Gran Bretaña, USA y no faltan los españoles, Martín Bahamontes, Ocaña, Delgado e Indurain.
Las fotografías en blanco y negro tiene un buen tamaño. Con tapa dura y por menos de diez euros no fue una mala compra.





Eddy Merckx

 





UN DOMINGO EN EL CAMPO - PIERRE BOST 
[Errata Naturae. Traducción de Regina López Muñoz]
Monsieur Ladmiral va bientôt mourir (Un dimanche à la campagne) fue el título de la primera edición de 1945 de Gallimard.


Leer esta brevísima nouvelle de 1945, calificada de exquisita y de joya casi impresionista, fue un placer. La acción transcurre en un sólo día y el cuadro de personajes principales es escaso, un padre, dos hijos, una nuera, dos nietos y una criada amén de algunos secundarios.El protagonista es el señor Ladmiral, en el crepúsculo de una vida consagrada al arte figurativo y más o menos realista en unos años en los que ya explotaban y triunfaban otras vanguardias, algo que él supo vivir con calma y encajar con deportividad, pues siempre tuvo su público y su prestigio y hasta su Legión de Honor. Pero ha llegado el tiempo del balance, y los domingos toca pensar en esos visitantes a los que él mismo engendró, deseando estar creando sus dos principales obras maestras: “A los hijos les cuesta tanto aceptar aquello que les fastidia de sus padres que nunca entienden que los padres deben hacer un esfuerzo aún mayor”.

En 1984 Bertrand Tavernier realizó una película homónima que fue muy galardonada.

2 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Que los disfrutes.
Lo de Indurain vasco... eso es que el autor aplicó el concepto de EuskalHerria, con sus siete territorios: los tres que componen actualmente la comunidad autónoma vasca, Navarra y las tres provincias vascofrancesas (Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa) ;-)

João dijo...

Será como dices Julen, porque el autor Robert Ichach, francés, debe aplicar ese concepto territorial. Gracias por el apunte.
En cuanto a disfrutarlos, ya lo hice. Acostumbro a escribir las reseñas de libros en el blog una que vez leídos.