Escrito está en una acera de la calle Marquês Sá da Bandeira de Lisboa. Hice la foto cuando nos dirigiamos a la Fundación Gulbenkian. Nada sabía yo de Herman de Coninck en aquel momento. De vuelta a casa, días más tarde, supe que este escritor flamenco encontró la muerte en la capital portuguesa por una insuficiencia cardiaca el 22 de mayo de 1977, cuando asistía a un congreso de escritores.
Lisboa es ciudad en la que es fácil encontrar estatuas de importantes escritores portugueses, Camoens, Chiado, Pessoa, Eça de Queiroz, etc. pero este homenaje, el cuento grabado en la acera de granito bicolor, me ha parecido original y sencillo y me deja con la incognita de si fue ahí, sobre esa acera, donde se paró el corazón de Herman de Coninck.
1 comentario:
Muy interesante el concepto del blog.Son aficiones que comparto plenamente.Encontrado por buscar información para un próximo viaje en bici por el Algarve desde Huelva.
Cefe.
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