12 julio 2022

FERIAS EM MONTE JOÃO ROUPEIRO

 Para las "vacaciones de verano 2022" elegimos pasar unos días en Monte João Roupeiro, un alojamiento rural situado no concelho de Aljezur, entre Maria Vinagre e Odeceixedentro del Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina, a donde ya habíamos viajado en distintos años desde 2008.

La piscina de Monte João Roupeiro desde el cuarto donde nos alojamos

Por eso la casa es ya para nosotros algo "familiar" y en esta ocasión tuvimos la oportunidad de charlar más extensamente con la familia que la regenta, los padres Lourdes y Gregorio, que han sabido levantar y desarrollar durante años un proyecto de turismo de naturaleza de calidad y también con los descendientes: Filipa (muy atenta y simpática) y que será quién continúe la labor de los padres en la propiedad, junto a su hermano  João,  cuando los mayores se retiren.


 


El  día que llegamos dimos una vuelta por Aljezur antes de almorzar en  "Varzea"

Tallin

sobremesa: batata doce e chocolate

Por la tarde hicimos la primera visita a la Praia de Odeceixe, en la que había algunos cambios desde nuestra anterior visita, como otro establecimiento de restauración más arriba del Kiosco Agapito y un mirador sobre la playa.

el nuevo establecimiento tiene dos terrazas

el mirador


Al día siguiente, martes, iba a realizar mi primera ruta cicloturista, que para eso había traído la Croix de Fer. Comuniqué en el alojamiento que iba a salir temprano y me dejaron cosas para desayunar. Mi intención era intentar subir hasta el Alto de Fóia, pero por el lado norte de la Serra de Monchique. Para ello seguiría una primera parte de recorrido, el que remonta la Ribeira de Seixe, que tiene un tramo de tierra antes de entrar en el concelho de Monchique. Por allí me cruzo con el primer ciclista con gravel que veo por estos lares. Sabía que tenía que pasar por Selão y hasta allí no tuve problemas para seguir lo planeado.


el bosque de  galería de la Ribeira de Seixe

cerca de Selão

A partir de aquí disfrutaba rodando por una carretera que parecía un largo e interminable cielo estrellado por las innumerables piedrecitas de cuarzo que brillaban bajo el sol, también del verdor de los árboles y las plantas que me rodeaban.
Por allí siento que me reconcilio con la CdF y con el manillar curvado y quiero dejar atrás el accidente de septiembre en la Sierra de Grazalema.

carretera solitaria


Llegado a este cruce dejé la carretera que iba hacia Monchique y seguí estas indicaciones, ya llevaba más de dos horas y media de pedaleo y pensé que la vuelta no debía alargarla mucho. Al poco encuentro una sombra y me siento a comer el plátano que llevaba del desayuno.



esto sería lo más cerca que vi el alto de Fóia

entrando en la freguesia de Marmelete

El recorrido de vuelta se cruza con el tramo de la Via Algarviana de Monchique a Marmelete y también veo la indicaciones que parecen dirigirse a Fóia por caminos de tierra.




 

Paso por la aldea sin detenerme y ruedo hacia Aljezur. Por la carretera adelantaré a una pareja de cicloturistas, antes de iniciar el veloz descenso. Después tomo la carretera de Carrascalinho para llegar con tiempo de ducharme y de ir a comer con Ana.

los entrantes, quizá fue lo mejor de aquella comida

La ruta en STRAVA


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