20 junio 2018

Regreso de Alte

Para el día de vuelta cambiamos los planes previstos eliminando del recorrido las dos principales subidas. En primer lugar decidimos no subir el Alto do Malhão, porque eso, además de un esfuerzo extra nos llevaría un tiempo precioso que era mejor guardar para el resto de la jornada, que se preveía larga y calurosa. Además, aunque fuimos los primeros en desayunar en el hotel, comenzamos a pedalear ya avanzada la mañana. Se trata de un error que debemos corregir en el futuro. Al pasar por Benafim compramos agua fría en un super, a partir de allí nuestra marcha ya fue continua. Más adelante, por una carretera muy chula, llegamos a Nave do Barão donde paramos para tomar café. 
  

Oración del árbol
Tu que pasas y levantas tu brazo hacia mi
antes que me hagas mal mírame bien.
Yo soy el calor de tu casa en las noches frías de invierno
yo soy la sombra amiga que encontrarás
cuando caminas bajo el sol de agosto
y mis frutos son la frescura apetitosa que
mata la sed en los caminos.
Soy la viga amiga de tu casa el tablero
de tu mesa, la cama en la que descansas
y el madero de tu barco.
Yo soy el cabo de tu azada, la puerta de
tu morada, la madera de tu cuna y el
amparo de tu féretro.
Soy el pan de la bondad y la flor de la belleza.
Tu que pasas mírame bien y no me
hagas mal.
Veiga Simões

Acabando la carretera de Nave do Barão
De mutuo acuerdo nos ahorramos la subida a Querença, porque quedando aún un largo trecho para la meta cualquier ventaja era bienvenida. En este segundo día del viaje, quizás porque ser el de vuelta y por transcurrir por  terrenos ya conocidos, el interés se centraba en rodar rápido, sin demorarnos mucho.

Atravesando el Barrocal algarvio camino a São Brás de Alportel hice una foto a un DATSUN (marca mítica por sus participaciones en el Rally Safari). En su cabina viajaban un hombre y una mujer de avanzada edad, transportando un largo haz de cañas que ocupaba parte del habitáculo y toda la trasera del pick-up.


En las cercanías de Sao Brás de Alportel tuvimos un pequeño despiste, que significó algunos km extras para mi, cuando Antonio, que se guiaba por un track giró en una glorieta en dirección a Moncarapacho. Yo no me percaté y la dejé a un lado. Menos mal que llamó al móvil indicándome su ubicación. Cuando nos juntamos seguimos la marcha en dirección SE y un poco más adelante decidimos dejar para otra ocasión la subida al Monte Figo o Cerro S. Miguel, optando por una carretera que no conocíamos, siendo esta una ruta descendente y rápida hacia Moncarapacho, donde paramos para comer y repostar agua en Padaria da Vila.

Padaria da Vila, en Moncarapacho
En la carretera de Moncarapacho a la N-125 nos cruzamos con esta numerosa concentración motociclista, con el tráfico neutralizado por policía a la cabeza.

Esperando un bocadinho el paso de la comitiva motorista


  


De Moncarapacho a la Ecovia Litoral

En la marisma cercana a Fuseta y en general en el tramo de la Ecovía que discurre por tierras de Tavira, pegado a la costa, la presencia del agua parecía apaciguar el calor.
En el Parque Natural da Ria Formosa, cerca de Fuseta

Helado de alfarroba e laranja en Tavira
Otra vez a buscar agua fresca y en Tavira, mientras Antonio da cuenta de su enésimo pastel de belem yo degusto un helado de nuevos sabores.

La Felt F65X de Antonio, aún más bikepacking
En estas dos etapas cicloturistas volvimos a tener la oportunidad de revalidar que la opción del bikepacking (bolsas cogidas a la bici con arneses, correas o velcros) es acertada y que cada vez estamos más convencidos de su idoneidad para este tipo de viajes.
Merienda en supermercado Corvo de Castro Marim al finalizar
Datos: Distancia 103 km / Tiempo en movimiento 5:31, tiempo total 7:34 / Velocidad media 18,5 km/h
La ruta en GARMIN

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