El domingo se presentó con nieblas y brumas, que fueron difuminándose después de cruzar el Guadiana, pero cuando llegamos a Santa Catarina da Fonte do Bispo el nublado del cielo ya se había apoderado de mi mente y la habitó durante casi toda la jornada ciclista. Estaba ofuscado, malhumorado y en el inicio puse un ritmo alto aunque pronto, en la subida que va desde Umbría hasta Eira do Lobo, comprobé que mis piernas tampoco eran buenas y eso no me ayudó a mejorar, porque sabía que nos esperaba un recorrido con subidas largas y exigentes.
La pista hacia Casas Novas es ancha y con buen piso y me adelanto para fotografiar este "monte" semiabandonado. Vamos subiendo paulatinamente y cuando llegamos a la última subida de este tramo, la más larga, persevero en el pedaleo y no me rindo a la tentación de bajarme de la bici. Pedro me anima cuando me pide sonreír para una foto. Dejamos atrás Malhada do Judeu y continuamos en busca de la Riberia de Fronteira, a la que se llega después de disfrutar de buen tramo de bajada. Al otro lado del cauce seco nos espera otra larga subida, primero para llegar a Fronteira, donde hacemos un alto para comer, y continuar después hacia el Cerro do Gavião. El calor aprieta y subo sólo, a cola del grupo, tratando de mantener un ritmo que no me asfixie, pero en un despiste la bici se me va al borde del camino y, como no acierto a enderezarla, para evitar la salida de pista pongo pie a tierra y subo andando un buen trecho, después un corto descanso que me sirve para admirar el valle. Luego insisto en el pedaleo y supero varios repechos hasta llegar a Cerro do Gavião, punto más al N de la ruta de hoy.
La subida a Água de Tábuas desde la Rib.ª de Fronteira sigue siendo una de mis asignaturas pendientes en la Serra do Caldeirão. Esta vez, visto mi estado de ánimo, tampoco iba a ser el día de superarla. Menos mal que por el tramo de carretera hacia Sta. Catarina tenemos una larga bajada para refrigerarnos y disfrutar del panorama. Quizás esto me motivó para que luego quisiera explorar el camino hacia Alqueivinho, con otra subida, desde donde bajamos hacia Sta. Catarina, con un despiste que supone un par de cuestas de más, para acabar volviendo al camino que nos llevaría hasta entrar en el pueblo por una calle que da a la iglesia.
Ni siquiera en la cerveza encontré especial satisfacción porque esta vez no era SuperBock y los habituales chistes y comentarios me parecieron burdos y gastados. En fin, un mañana cargada de negatividad que no debe repetirse, porque la mente predomina sobre el físico y este queda a su merced, inutil y desganado.
Km 41,3 - Tiempo 3:20 - Media 12,3 (probablemente una de las más bajas de las salidas algarvias)
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