Tras un intento fallido de adentrarme en las páginas de un clásico como La vida y opiniones del caballero Tristram Shandy de Laurence Sterne, tomé, un poco al azar, de un anaquel de la Biblioteca Pública este libro. Ojeé la sobrecubierta y lo saqué en préstamo.
Lo he leído en pocos días, ya que esta novela de John Fante (Denver, 1909-Los Ángeles 1983) es uno de esos libros que se devoran, porque cuando lo
sueltas estás deseando retomarlo.
Con un estilo sobrio y realista nos embarca en un mundo literario construido alrededor de una materia prima inspirada en el propio autor y sus vivencias personales. En La hermandad de la uva el material autobiográfico resulta dominante, el narrador Henry Molise es un alter ego de Fante y los demás personajes están sacados directamente de su ámbito familiar -padres, y hermanos- con un estilo narrativo en el que conversa consigo mismo y con el lector.
Algunas de las obsesiones del escritor están presentes en este libro, como la emigración, la pobreza, la familia, tradiciones del catolicismo, el sexo y la vocación de convertirse en un gran escritor.
Los personajes de John Fante están
sometidos a la crueldad de una existencia absurda e insensible. Ellos no
sueñan con cambiar el mundo ni con aportar nuevas teorías interesantes a
la humanidad. Sólo tratan de alimentar su ego y salir de la miseria en
la que están inmersos.
Podeis leer una extensa reseña en:
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