Desde Sanlúcar de Guadiana partimos, dirección Norte, para realizar la ruta pedestre que bordea la orilla izquierda del Guadiana y que nos acercó primero a la Casa de Hierro (con un perro cariñoso) y más adelante a la Casa de la Huerta Torres, donde a la ida charlamos con un pastor de ovejas y a la vuelta con su propietario, un señor de 81 años que siempre que puede va hasta allí desde el pueblo. Antes de llegar a los alrededores de la Casa de la Madrina improvisamos un vado con piedras para evitar mojarnos las botas al cruzar la Rivera de la Rochona y luego hicimos una parada para comernos unas dulces mandarinas. Más adelante el sendero pasa a ser una pista para vehículos. Nuestra caminata llegó hasta la Casa de Rota, cuando decidimos volver al encontrarnos con unos cazadores en el camino, poco antes de llegar a la Casa de la Bodega Vieja. Fue un paseo más corto de lo habitual, aproximadamente 9 Km, en el que disfrutamos de la tranquilidad y de la belleza de unos parajes que son un gozo para la vista y el espíritu y que las organizaciones ecologistas de uno y otro lado del río vienen reclamando se convierta en el Parque Natural Internacional del Bajo Guadiana. Recientemente la Junta de Andalucía ha anunciado que estudia la declaración del Bajo Guadiana como Parque Natural. Esperemos que ello sirva para conservar y proteger una región de gran valor ecológico, que alberga una de la áreas fluviales de estuario mejor conservadas de la Península Ibérica.
