Salimos tarde porque tuvimos que ajustarnos al horario de desayuno, ya que no había solicitado que lo sirvieran antes. Eso nos permitió ver caballos en el río cuando fuimos a coger las bicis.
Mértola se mira en el Guadiana |
Para este recorrido salimos de la villa por el Norte y después de 5 km por la EN-122 tomamos el desvío para Corte Gafo de Cima y Pulo de Lobo (Territorio del Lince). La carretera cuenta con un buen asfaltado reciente hasta la entrada de la aldea. La continuación hacia Amendoeira da Serra tiene el asfalto más viejo y aunque el bar estaba cerrado tuve que hacer uso de los servicios públicos. Allí un paisano que tenía ganas de charla, nos contaba que antes del 25 de abril estaba prohibido bajar hasta el río porque la cancela de la finca que tiene acceso estaba cerrada.
Actualmente el asfalto llega hasta el portón de entrada de la Herdade do Pulo do Lobo, desde allí al río vamos por un camino de tierra con pendientes pronunciadas que a la vuelta tuve que subir a pie.
Tan estrecha es la hendidura entre las márgenes rocosas que bien podía un animal huido haber dado el salto por aquí. Lobo fue, dicen. Y se salvó. Palabras escritas por José Saramago en su libro "Viaje a Portugal" sobre Pulo do Lobo, al que también llama lugar de asombro. En el camino de vuelta nos empezaba a faltar el agua, pero tuvimos la suerte de encontrarla en un grifo del lavadero que hay a la salida de Corte Gafo da Cima, porque los dos bares de la aldea también estaban cerrados. |
LA RUTA EN STRAVA
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