A las siete de la mañana nos levantamos para desayunar en el hotel y poco antes de las nueve dejábamos la vila-museu de Mértola por su lado Oeste, atravesamos el puente sobre el río Oeiras y seguimos la N122 hasta el cruce para Almodóvar. Estos primeros km son en ascenso y la siguiente estrada hacia S. Sebastião dos Carros sería también un continuo sube-baja.
Estrada de S. Barolomeu de Via Gloria a Giões |
Poco después descendimos hacia la Ribeira do Vascão curso de agua que hace frontera entre los distritos del Algarve y Alentejo. Al llegar a Giões Antonio ya me esperaba en la terraza del Bar O Poço, donde pedimos tostas mixtas e Lipton Ice Tea de Pêssego.
ribeira do Vascão |
Ponte sobre ribeira do Vascão, límite entre distritos |
En el Bar O Poço (Giões) |
Nuestra ruta continuaba hacia el Este, dirección Farelos y Tesouro y en esta localidad debimos tomar la estrada para Coito y la IC27, pero al seguir por la que rodábamos acabamos llegando a la estrada de Martim Longo-Alcoutim, pasamos por Pereiro y seguimos hacia el valle del Guadiana.
Nuestro siguiente destino era Alcoutim donde hicimos parada para repostar, esta vez cafés e pasteis en la cafetaria Beira Rio.
Después teníamos que coger un transporte fluvial para cruzar el río hasta Sanlucar de Guadiana. La empresa que presta este servicio es Fun River. Pero la operación llevó más tiempo de lo esperado, porque el "comandante del barco", como le llamaba un pasajero que ya esperaba a bordo, se demoró mucho en aparecer.
a bordo de la barca |
Sanlúcar de Guadiana |
Cuando dejamos atrás Sanlúcar por la carretera HU-4401 hacia San Silvestre de Guzmán teníamos que superar un buen desnivel pasada la Rivera Grande de la Golondrina, con cuestas con 15 y 16%, donde me alegré de llevar el piñón de 42 dientes.
A la entrada de S. Silvestre paramos a tomar un gel y una barrita, luego compramos una botella de agua, porque en lo que restaba de etapa no habría sitios donde repostar.
Seguimos en dirección al Cortijo de Covadonga y por un tramo de tierra llegamos a la Presa del Piedras. Después seguimos el camino de servicio del Canal del Piedras durante bastantes km hasta cruzar con la N-431. Seguimos por esa carretera en dirección E hasta el cruce con la A-492. Allí nos separamos, porque Antonio tenía que pasar por Gibraleón para llegara a Huelva. Por mi parte fui en dirección Aljaraque por la A-492 para más adelante coger por el camino del Alfoliz.
Esta segunda etapa me llevó superar los 120 km y pedalear casi siete horas y media.
En el caso de Antonio fue aún más larga, totalizando 145 km y más de ocho horas. Aunque ambos aguantamos físicamente bien, llegamos con algunas partes perjudicadas de tantas horas de sillín. La verdad es que nos pasamos un poco. La padecimos y la disfrutamos, porque al separarnos ya mencionamos cuando sería la próxima.
Fueron dos días de cicloturismo con la buena compañía de Antonio. Disfruté de la tranquilidad que supone tener un compañero de ruta en un recorrido de tantos km y de tantas horas de pedaleo.
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