Continuamos con la tarea de ir fijando un recorrido para la ruta de inauguración de Gravel Café.
En una mañana de sábado de frío invernal nos desplazamos hasta Odeleite. Antes de empezar a rodar tomamos café y dulces y mis compañeros eligieron la horquilla lefty de mi Cannondale F29 como Leitmoitiv del día. Convirtiéndose en tema recurrente incluso una vez acabada la ruta. Aunque puse de manifiesto la originalidad de su diseño y destaqué sus puntos fuertes -rigidez y sensibilidad- ellos cargaron sobre sus inconvenientes, por ejemplo que con esa suspensión es más engorroso transportar la bicicleta en el coche, ya que hay que quitar la pinza de freno para desmontar la rueda o que si en el portabicletas de techo que llevaban no se podía montar porque es de fijación a la horquilla, y otras ocurrencias. Pero en fin, qué podía decirles salvo que ¡mejor será que no la probéis porque os conquistará!
Cuando comenzamos nuestra ruta nubes de niebla se deshilachaban desde la superficie del barragem de Odeleite. Rodamos por la 122 hasta el cruce para Corte Velha, donde entroncamos con el Sector 2 de la Via Algarviana (VA). Comentábamos que rodar por esas carreteras prácticamente solitarias es un auténtico privilegio. En el camino de la VA, hubo un par de repechos donde me puse a tope de pulsaciones y después me descolgué para bajarlas. Salimos a la 555 para pasar por Furnazinhas, en la travesía algunos aldeanos saludaron nuestro paso. Continuamos por esa carretera, pasando por Monte Novo, comentando que tanta tranquilidad por la carretera puede ser peligrosa si nos descuidamos o rodamos alejados del margen derecho y olvidamos que está abierta al tráfico, en el momento más inesperado un vehículo motorizado puede alcanzarnos. Tras el paso de una ribera, con bajada de un desnivel del 12%, llegamos a Soudes.
A partir de Soudes comenzaba lo desconocido de nuestra ruta y en el primer cruce de caminos consultamos el mapa del Sector 3 de la VA y lo que nos mostraba en el móvil Google Maps y nos hicimos una idea de hacía donde dirigirnos. La distancia es corta hasta bajar al Barranco da Maria Galega. La subida posterior no es muy larga pero si empinada y tiene el piso removido, lo que suscitó un intercambio de opiniones sobre si sería conveniente meter por allí la ruta de Gravel Café. Cuando alcanzamos la Via Algarviana en su tramo de Furnazinhas a Vaqueiros nos dirigimos hacia el Este con la intención de llegar a la carretera que sube desde Fortes.
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Móvil y mapa para encontrar el camino correcto |
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Por esta carretera, también sin tráfico, hicimos varias fotografías |
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Manuel C. |
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Antonio A. |
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Manuel C. |
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Antonio A. (Odeleite al fondo) y Manuel C. en Terras da Ordem |
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Antonio A. bajando hacia la Ribeira de Odeleite |
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En Odeleite |
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Cicloturistas, probablemente británicos, en A Prova |
Tras acabar la ruta dejamos Odeleite y fuimos hasta Azinhal para tomar algo en la Pastelaria A Prova. Hasta allí, mientras tomaba un té y pensaba en Julen y su Bilbao nevado, llegó una pareja de cicloturistas con bicicletas de ciclocross de una marca hasta entonces desconocida por mi y portando bolsas traseras Altura. Una pena mi desconocimiento de idiomas para entablar conversación con ellos. ¿De donde eran? ¿Donde se alojaban? ¿Cual eran sus planes? Me hubiera gustado charlar con ellos. De su ligero atuendo me llamó la atención sobre todo su calzado, sandalias sin calcetines. Probablemente eran jubilados británicos que habían viajado hasta el Algarve en busca de buenas y tranquilas rutas ciclistas.
2 comentarios:
Siempre tengo la misma impresión: ¿de verdad hay automóviles en las carreteras por las que transitáis? :-)
Precisamente por una de esas carreteras solitarias comentamos que si las hubieras por allá arriba probablemente tendrías más afición al ciclismo de carretera.
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