Sábado 14 de noviembre de 2009. Tras una parada en Azinhal para desayunar nos reunimos en Foz de Odeleite 2 niños, 11 adultos y 2 perras. Cerca de las 10:30 emprendimos la marcha y comenzamos subiendo por las estrechas calles para encontrar el camino que tras una larga subida nos llevaría hasta el vértice geodésico de Castelo. Una neblina azulada se extiendía sobre el cauce del Guadiana. El piso es duro y polvoriento y en los montes la escasez de lluvias provoca que sobre las laderas primen los tonos ocres. Esta primera parte discurre por una zona alta con buenas vistas hacia el río y por la que, a lo lejos, se divisan Corte das Donas y Tenencia. Cuando bajamos hasta las riberas de Foupana y de Odeleite disfrutamos de una paleta más amplia de colores, de verdes y amarillos, extendiéndose a lo largo de sus fértiles vegas, donde algunos campesinos recogen las aceitunas de sus viejos olivares y por donde el camino es más liso y plano. Cerca de las dos de la tarde acabamos el paseo y nos quedamos a comer en el restaurante Arcos do Guadiana, contentos de retomar nuestos paseos. Los cielos de la tarde se pueblan de nubes grises, que no derramarán ni un gota sobre las tierras sedientas del Bajo Guadiana.
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