Cuando llegamos a la terraza del restaurante O Paulo, en Arrifana, un grupo de españoles se hacían fotos con el mar de fondo. Un mar cubierto de nubes bajas que ocultaban los acantilados y solo dejaban ver un poco de la playa.
Teníamos recuerdos de comer bien en O Paulo y esta vez la elección fue arroz de tamboril (rape) con camarão y la cacerola donde nos lo sirvieron dio para repetir varias veces cada uno. El colofón fueron dos fatias de tarta de laranja .
Trescientos sesenta y seis años después de su construcción el fuerte fue rehabilitado por el municipio de Aljezur, casi 400 años de historia a disposición de los millares de visitantes que todos los años acceden a este mirador sobre la Praia de Arrifana y la Costa Vicentina, que surgió para la defensa de la bahía, costa del entonces Reino del Algarve y de una factoría de pesca de atún.
No hay comentarios:
Publicar un comentario