Mirando el horizonte, dirección S hacia Alconchel |
Castillo de Miraflores, Alconchel |
Entre las dehesas pacenses |
Rodando por la EX-311, hacia Jerez de los Caballeros |
Torre barróca de la Parroquia de San Miguel Arcángel, Jerez de los Caballeros |
¡Qué bueno descansar! |
3.ª etapa
Olivenza,
Alconchel, Higuera de Vargas, Jerez de los Caballeros, La Bazana, Fregenal
de la Sierra. Tiempo 4:59 / Recorrido 89 km / Velocidad media 17.8 AV / Desnivel + 1193 m
Esta última etapa de nuestras vacaciones cicloturísticas estuvo marcada por el agua, mejor dicho por la que había o no en los bidones. Lo primero que hicimos fue comprarla fría en una gasolinera y llenarlos. Fue el día que empezamos a pedalear más pronto, con las primeras luces del salíamos de Olivenza en dirección S, hacia Alconchel, con la remarcada intención de no provocar hostilidades entre los miembros del grupo. Carretera recta, plana y con buen arcén en la que rodamos agrupados hasta las cercanías del Castillo de Miraflores, situado en un cerro cercano a Alconchel. Entramos en el pueblo buscando un sitio donde tomar migas. Pero nuestras indagaciones por la zona del Mercado Municipal no tuvieron resultado. Allí una señora mayor, a la vista de nuestras pintas estuvo muy simpática cuando nos comentó que ella tenía un hijo o un sobrino, no recuerdo bien, que también montaba en bicicleta, nos preguntó si lo conocíamos, le dijimos que eramos forasteros y ella contestó ¡Da igual, él hace con todo el mundo! Le dicen "El Pato".
A partir de entonces cada ciclista con que nos cruzábamos por la carretera podía ser El Pato.
Tras el segundo desayuno del día en el Bar Poli, donde están muy orgullosos de la foto dedicada por Alberto Contador, reiniciamos la marcha hacia Higuera de Vargas, por una carretera autonómica similar a la que nos llevó hasta Alconchel. En Higuera una pareja se detiene para avituallarse de agua y la otra sigue y los espera en un cruce de carreteras, donde otra vez juntos elegimos la EX-311 para evitar la N-435. El asfalto de la EX-311 está muy cuarteado pero la carretera es realmente bonita, a un lado y a otro lucen las grandes dehesas, con toros y caballos, el tráfico es casi nulo, gran parte son rectas pero tiene algunos repechos y siempre por un paisaje muy atractivo. Cuando llegamos a Jerez de los Caballeros subimos hasta la Plaza de España, centro del casco urbano y en la cervecería Jerez, frente a la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel, hicimos el correspondiente avituallamiento. Pero no cogimos agua, pensando en hacerlo más adelante y eso fue una equivocación. La búsqueda del líquido elemento nos llevó a separamos y luego tuvimos que esperar un rato largo hasta que JO llegó con el agua. Para seguir la ruta teníamos dudas y nos faltó comunicación y nos sobró división en ese momento. Entonce decidí seguir las indicaciones que el corredor de Fregenal nos había dado y tirar para La Bazana, sin saber que el track que tenía Antonio indicaba un poco más arriba. Tras una larga bajada y el cruce del río Ardila llegamos a La Bazana, donde al no ver claro como seguir pregunté a un paisano, que me indicó la manera de llegar a Fregenal, de donde nos separaban 17 km, siguiendo por el Camino de La Bazana (carretera asfaltada) en dirección a la N-435 por la que afrontar la subida los puertos de Beltrana y Tablada. Al poco de iniciar el ascenso por la carretera nacional me quedé descolgado, aunque intenté no desfallecer y mantener un ritmo constante, ese tramo no tenía grandes porcentajes pero fue bastante largo y pesado, además el veloz paso de los coches me desagradaba, de manera que para acabarlo decidí tomar mi último gel que me ayudó a llegar a nuestra meta, Fregenal de la Sierra, en cuya entrada me esperaban mis colegas de ruta. Cervezas y tapas en un bar atendido por dos amables chicas y después a localizar la plaza donde estaba aparcado el coche.
Creo que en estas tres etapas acumulamos enseñanzas y experiencias que deberían servirnos de cara a futuros viajes cicloturistas.
Y parafraseando al amigo Pepe Contreras nos dediquemos sobre todo a "coger la bici para levantar la cabeza y mirar los paisajes, observar y escuchar a las aves, respirar en los bosques, atravesar ríos y arroyos..."
Creo que en estas tres etapas acumulamos enseñanzas y experiencias que deberían servirnos de cara a futuros viajes cicloturistas.
Y parafraseando al amigo Pepe Contreras nos dediquemos sobre todo a "coger la bici para levantar la cabeza y mirar los paisajes, observar y escuchar a las aves, respirar en los bosques, atravesar ríos y arroyos..."
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