A Rufo
Entre barrotes, encadenada y desvencijada.
Sufriendo maltrato y olvido, la Orbea ve pasar los días y las noches, expuesta a la mirada inclemente de los que cruzan la Plaza de la Marina, sin esperanza ya de un paseo hacia la playa o de un recorrido por la ciudad, llevando a un turista sobre su sillín de muelles, sintiendo el tacto de las manos sobre sus puños y el impulso de las piernas sobre sus pedales, para avanzar por un recorrido mil veces transitado o quizás hacia un ignoto destino.
Yace sobre la acera como un raido despojo, esperando solamente un último viaje, que no podrá hacer por sus medios, para ir al taller o al depósito, y ser rescatada al fin de esa tortura inmóvil que acabó por difuminar los días alegres y la gente amable de ayer; pidiendo, como un mendigo, una última llamada al 650 677 063 para acabar con su injusta exposición en la picota.
estimado pedalibero, como profesional de las bicis, me hace llorar mi corazon veando la bici asi. y si - pensaba quitarla, pero luego decidi dejarla alli, donde esta. porque tambien es una vida de la bici, hacer servicio al ciudadano. y si solo informarle sobre un alquiler, recordarle sobre un medio de transporte casi olvidado en Malaga o solo hacer pensar sobre comportamiento de los ciudadanos, cuales no tienen respeto frente a lo que no les pertenece o la cultura de vandalismo que tenemos ultimaemnte en Malaga.
ResponderEliminarUltimamente, la bici se esta convertiendo en una obra de arte, y eso tambien es una vida;))
vladimir, www.bike2malaga.com
De seguro la Orbea estará deseando que alguien con teléfono, dedos y boca realiza esa llamada. Después de dar cumplido servicio, el derecho a la muerte digna es el último que ha de conculcarse a tan fiel y fiable medio de transporte.
ResponderEliminarHace unos días una alumna llegaba a mi vez junto al aparcamiento, y su bicicleta, que ni siquiera tenía frenos, era una especie de ORNI (Objeto Rodante No Identificado), revalorizado por las paradojas de la dinámica social. Esas que ahora llaman vintage a lo antiguo-pero-guay.
Mira por donde, para algo van a servir las imbecilidades.